La Crisis Hídrica y sus Implicaciones Políticas
Donald Trump cumplió 100 días de su segundo mandato y, fiel a su estilo, ha logrado mantener al mundo en vilo. Amenazas arancelarias, deportaciones al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador y, ahora, un nuevo frente con México: el agua. Lo que hasta hace poco parecía un tema técnico de bajo perfil se ha convertido en un asunto político de alto voltaje que probablemente no desaparecerá pronto.
El Acuerdo Temporal con México
El 28 de abril, México y Estados Unidos anunciaron un acuerdo para resolver —al menos momentáneamente— el incumplimiento de México en la entrega de agua del río Bravo, tal como establece el tratado bilateral de aguas de 1944. Según ese tratado, México debe enviar a Estados Unidos, en promedio, el equivalente a más de 430 millones de metros cúbicos de agua al año —suficiente para llenar más de 170 mil albercas olímpicas.
Mediante un comunicado de prensa vago, la Secretaría de Relaciones Exteriores informó que se llevarán a cabo “una serie de medidas”. El Departamento de Estado estadounidense fue bastante más preciso: habrá transferencias inmediatas desde las presas binacionales, aumentará la participación estadounidense en seis afluentes mexicanos, y se desarrollará un plan de entregas regulares en el próximo ciclo quinquenal.
El contraste entre ambos comunicados no es sólo de forma. Habla de prioridades distintas. Para Washington, se trata de un compromiso concreto con los agricultores texanos, una base política clave para Trump. Para México, es un intento de ganar tiempo y evitar que el tema escale en medio de una ya tensa relación comercial.
La Escasez Hídrica en México
La presidenta Sheinbaum, una vez más, está obligada a cerrar flancos que no abrió. El gobierno anterior repitió durante seis años que “la mejor política exterior es la interior”. Pero hoy son precisamente las carencias y contradicciones de la política interna —en agua, seguridad, energía, por citar sólo algunas— las que abren espacios de presión desde el exterior.
La escasez hídrica no es nueva, pero sí más severa. El monitor de sequía de la CONAGUA muestra que al 15 de abril de este año, 452 municipios enfrentaban sequía y otros 515 presentaban condiciones de sequía anormal, con impactos directos en estados del norte industrial, donde inversionistas buscan instalar fábricas sin garantías básicas de abasto.
El Tratado de Aguas y sus Desafíos Actuales
Desde mi perspectiva, el acuerdo de esta semana no resuelve el problema, sólo lo pospone. Mientras el clima cambia, la infraestructura envejece y la demanda se multiplica, el agua es un recurso político y geopolítico precioso. Sheinbaum lo sabe, Trump también. Y ambos entienden que el próximo ciclo quinquenal será aún más complicado.
Posibles Soluciones y la Necesidad de Replantear el Tratado
México y Estados Unidos se reunirán de nuevo en julio para revisar las condiciones hidrológicas y evaluar los compromisos asumidos. El solo hecho de haber fijado ese seguimiento confirma que este tema seguirá marcando la agenda bilateral.
Quizá haya llegado el momento de replantear el marco técnico de este tratado de 80 años. Negociar nuevas “minutas” que reconozcan la realidad hidrológica actual. Se trata de una condición de sobrevivencia para ambos países porque, a diferencia de los aranceles o los discursos, el agua no admite sustitutos.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Cuál es la importancia del tratado de aguas entre México y Estados Unidos? El tratado establece un compromiso de México con la entrega de agua a Estados Unidos, fundamental para la agricultura texana y, por ende, para el apoyo político de Trump.
- ¿Qué implica el acuerdo temporal anunciado? Se trata de una solución provisional que busca evitar un mayor deterioro en la relación bilateral, pero no aborda las causas subyacentes de la escasez hídrica.
- ¿Por qué es tan urgente el tema del agua en México? La creciente demanda, la sequía y el envejecimiento de la infraestructura hacen que el suministro actual sea insuficiente para cumplir con el tratado, generando tensiones internas y externas.
- ¿Qué se necesita para abordar el problema de manera sostenible? Se requiere una revisión del marco técnico del tratado, considerando la realidad hidrológica actual y buscando soluciones que permitan un suministro equitativo para ambos países.