La Reforma Judicial y sus Implicaciones para la Independencia del Poder Judicial
La reciente elección de ministros, magistrados y jueces, incluyendo al Tribunal de Disciplina Judicial, representa un momento crítico para el Estado de Derecho en México. La iniciativa se basa en una reforma judicial impulsada por el presidente López Obrador y la presidenta Sheinbaum, con el objetivo de llenar los cargos judiciales. Sin embargo, las consecuencias de este proceso son profundas y amenazan con socavar los pilares fundamentales del sistema legal. La realidad es que, de manera previsible, la mayoría de los jueces seleccionados tendrán vínculos con el gobierno actual, lo que implica una pérdida significativa de la independencia del Poder Judicial.
El Contexto: Una Reforma y sus Consecuencias
La reforma judicial actual, junto con otras medidas como la ampliación de los criterios para la prisión preventiva y las modificaciones a la figura del amparo, crean un sistema que dificulta enormemente la protección de los derechos individuales ante el Poder Judicial. Además, la “supremacía constitucional” –que impide impugnar ante la Corte cualquier reforma constitucional aunque se haya violado la misma Constitución durante su proceso de aprobación– cierra una vía fundamental para defender los derechos constitucionales. Este conjunto de acciones, impulsado por el gobierno en turno, está generando un clima de incertidumbre y preocupación sobre la viabilidad del Estado de derecho.
El Peligro de una Corte Judicial Subordinada
Si la mayoría de los jueces, incluyendo a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), son leales al gobierno, la independencia del Poder Judicial se verá gravemente comprometida. Esto significa que las decisiones judiciales podrían estar influenciadas por consideraciones políticas en lugar de criterios legales objetivos. La separación de poderes –un principio fundamental para evitar el abuso de poder y garantizar la rendición de cuentas– se vería erosionada.
Ejemplos Concretos del Riesgo
El sistema judicial, si se mantiene en esta línea de subordinación, abre la puerta a una serie de situaciones que podrían resultar en graves violaciones de los derechos individuales y un debilitamiento del sistema legal. Consideremos algunos ejemplos:
- Inconstitucionalidad sin Contrapeso: El Congreso podría aprobar leyes que sean inconstitucionales, o el Poder Ejecutivo podría publicar decretos con la misma característica. Si un individuo o empresa se ve afectado por una ley inconstitucional, su única opción para obtener justicia sería recurrir al Poder Judicial. Sin embargo, la probabilidad de que un juez individual otorgue una sentencia favorable en contra del gobierno es extremadamente baja. Por lo tanto, la ley inconstitucional permanecerá vigente y el sistema legal no ofrecerá protección.
- Limitación de la Propiedad Privada: Una modificación a la Constitución que limite o elimine la propiedad privada sería difícil de impugnar. El gobierno podría aprobar leyes que obliguen a los individuos a destinar sus recursos a proyectos gubernamentales, como la construcción de viviendas a través de empresas estatales. En este escenario, los individuos no tendrían ninguna vía para defender sus derechos y se verían obligados a vender sus activos o a aceptar las condiciones impuestas por el gobierno.
- Monopolios y Falta de Competencia: Si los jueces no tienen el conocimiento necesario para comprender las estructuras de mercado, podrían ser incapaces de proteger a los competidores ante empresas que abusan de su poder. El sistema judicial, en lugar de promover la competencia y la innovación, podría favorecer a los monopolios y limitar las opciones para los consumidores.
El Impacto en la Certeza Jurídica y el Desarrollo Económico
La pérdida de independencia del Poder Judicial implica una amenaza para la certeza jurídica, un elemento esencial para el desarrollo económico y la inversión. Cuando las leyes se aprueban sin considerar su constitucionalidad o cuando los jueces no son imparciales, las empresas y los individuos se sienten inseguros sobre sus derechos y están menos dispuestos a invertir o tomar riesgos. La falta de un sistema judicial independiente también puede conducir a la corrupción y al abuso de poder, ya que los funcionarios gubernamentales pueden utilizar su influencia para favorecer sus propios intereses o los de sus aliados.
El Peligro de la Subordinación y la Pérdida de la Protección Judicial
En resumen, el sistema judicial actual se enfrenta a un grave riesgo de subordinación al Poder Ejecutivo. Si los jueces no son independientes ni imparciales, la justicia se convierte en una herramienta para perpetuar el poder y no para proteger los derechos de los ciudadanos. La pérdida de la independencia judicial implica una amenaza para el Estado de derecho, la democracia y el futuro de México.