La Arquitectura del Silencio y la Forma
Hemos buscado en vano las pirámides, símbolos perdidos de una civilización. Pero el Templo Mayor, en el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México, no es una ruina; es un escenario vivo, una manifestación tangible del pensamiento y la cosmovisión de los mexicas. Este espacio no es simplemente una construcción; es un mapa, una estructura que refleja la manera en que entendían el mundo y su relación con él. El Templo Mayor es una prueba de cómo un pueblo podía organizar su existencia, integrando su vida física, emocional y psíquica en una sola entidad.
El Cuerpo como Acción, no como Arte
En el mundo moderno, la representación es la norma. El arte se define por su capacidad de imitar o reproducir la realidad, pero en el mundo mexica, la creación no se centraba en la representación. Existía una ejecución directa, una repetición viva de un mito. No se pintaba el mito; se lo encarnaban, se vivía la historia a través de la acción. Este enfoque radical difiere del arte contemporáneo, que a menudo se basa en la ficción y la abstracción.
El Sacrificio como Sostenimiento
La lógica detrás de las prácticas rituales mexicas no era la represión, sino el sostenimiento. No se trataba de eliminar el deseo, sino de fragmentarlo en escalinatas, de dispersarlo para mantener el flujo del cosmos. El sacrificio no era un acto de castigo, sino una ofrenda gozosa y heroica, una reciprocidad con lo invisible. Los sacrificados no eran simplemente víctimas; recibían comida y compañía de mujeres hermosas, sustancias sagradas para facilitar su transición. El objetivo no era la ley, sino el ritmo y la continuidad del ciclo.
Coyolxauhqui: El Crimen Original
El mito fundacional mexica, como el de muchos otros pueblos antiguos, presenta un acto de violencia primordial: la muerte del padre para acceder a la ley. Sin embargo, en el caso de los mexicas, el crimen original no es contra el padre, sino contra la hermana. Coyolxauhqui, la luna, fue asesinada por Huitzilopochtli, el sol, quien la desmembró y la arrojó por las escaleras del templo. Este acto de fratricidio, elevado a mito cósmico, estableció el orden solar y la necesidad de mantener el ciclo del día. La luna se desciende cada noche, mientras que el sol se eleva cada día, perpetuando la lucha entre la noche y el día.
Ritual Continuo: El Ciclo de la Muerte y el Nacimiento
El sacrificio en el Templo Mayor no era un acto de represión, sino una representación tangible del ciclo de la muerte y el nacimiento. Cada noche, Coyolxauhqui muere, mientras que cada día Huitzilopochtli arde. Esta repetición constante de la desmembramiento era esencial para mantener el orden cósmico y asegurar la continuidad del mundo. No se trataba de imponer una ley, sino de repetir un acto ritual que sostenía el cosmos.
El Sacrificio Moderno: Un Eco del Pasado
Hoy en día, el sacrificio ha mutado en un linchamiento simbólico. Buscamos a quién entregar para mantener el cielo estable, para evitar que se desmorone nuestro mundo. En las redes sociales, en los discursos políticos llenos de enemigos inventados, en la deshumanización de grupos sociales, en cada familia, se crea un chivo expiatorio para sostener la ilusión de un orden que ya se desmorona. Este linchamiento moderno es una eco del ritual ancestral, un reflejo de la necesidad de mantener el equilibrio y la continuidad.
El Mundo como Ensayo
Para los mexicas, el mundo no estaba dado de una vez y para siempre; era un ensayo en constante evolución. El valor residía en la entrega, no en el poder. El cosmos no era estático ni eterno; estaba sostenido por actos rituales repetidos. El sacrificio era un acto de purificación, una herramienta del control político y la legitimación del poder, la organización del cosmos. El mundo era un ensayo que debía ser repetido para asegurar su continuidad.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Cuál es la importancia del Templo Mayor? Es un espacio que representa la cosmovisión y la lógica de pensamiento de los mexicas, una manifestación tangible de su relación con el mundo.
- ¿Por qué se realizaban sacrificios? No eran actos de represión, sino una forma de mantener el ciclo del día y noche, asegurar la continuidad del mundo y legitimar el poder.
- ¿Cómo se relaciona el sacrificio moderno con las prácticas ancestrales? El linchamiento simbólico actual es un eco del ritual ancestral, una manifestación de la necesidad de mantener el equilibrio y la continuidad en un mundo que se desmorona.
- ¿Qué papel juega Coyolxauhqui en la cosmovisión mexica? Representa la luna, el elemento femenino y la noche. Su muerte y desmembramiento son esenciales para el ciclo de la creación del sol y la continuidad del mundo.
- ¿Qué significa el término “ensayo” en relación con la cosmovisión mexica? Se refiere a la idea de que el mundo es un proceso en constante evolución, donde los rituales y las repeticiones son esenciales para asegurar su continuidad.