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Web Editor

El Tratado de Aguas: ¿Una Nueva Arma en la Política entre México y Estados Unidos?

El Retorno de Trump y las Acusaciones de “Robo” de Agua

El 9 de septiembre del año pasado, en este mismo espacio, advertí sobre el potencial de convertirse el Tratado de Aguas de 1944 en un problema importante para el gobierno mexicano. En ese momento, el tema era prácticamente invisible en las discusiones de analistas y no figuraba en la agenda pública. Sin embargo, con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, las acusaciones han resurgido, acompañadas de amenazas y una narrativa de victimización hacia México.

Trump está afirmando que México le “roba agua” a los agricultores texanos, anunciando sanciones y aranceles si nuestro país no cumple con lo exigido. Se presume que ha cerrado el suministro de agua a Tijuana, exacerbando la situación en Texas, donde la sequía es una realidad palpable. El senador Ted Cruz y el gobernador Greg Abbott, ambos figuras prominentes del movimiento MAGA republicano, aplauden cada declaración de Trump.

La Respuesta de México: Prudencia y Datos

La presidenta Claudia Sheinbaum, como suele hacer, respondió con inteligencia y prudencia. En lugar de caer en la provocación, envió una propuesta al gobierno de EU basada en la disponibilidad real de agua. En su conferencia mañanera del 11 de abril, fue clara: el tratado no debe renegociarse porque es un acuerdo justo y confía en que se alcanzará un acuerdo razonable en los próximos días. Aseguró que México ha cumplido en la medida de sus posibilidades, sugiriendo una posible falta de información por parte de Trump.

El Contexto: Más que un Tratado, una Situación Compleja

La realidad es contundente: México lleva tres años consecutivos de sequía severa. Las presas están vacías, afectando a los agricultores tanto del norte como del sur de Texas. Sin embargo, mientras algunos buscan soluciones técnicas, otros prefieren agitar el conflicto para obtener aplausos. Este no es el primer intento de Trump de utilizar cualquier pretexto –incluso un tratado suscrito hace 81 años– para chantajear, exhibir o humillar a México.

El problema no reside únicamente en el tratado en sí, sino en el contexto que lo rodea. Fue firmado cuando no existía la crisis climática actual ni las redes sociales convertidas en espacios de odio y desinformación. Hoy, ese acuerdo exige un diálogo constante, una visión técnica sólida y una diplomacia firme pero sensata.

Un Silencio Alarmante en México

México no necesita otro frente de confrontación. Necesita soluciones reales y la presidenta Sheinbaum ha optado por el camino correcto: evitar la estridencia, defender la soberanía sin caer en provocaciones, responder con datos y propuestas concretas. La prudencia no es debilidad, sino una estrategia inteligente para abordar un problema complejo.

La Importancia de la Comunicación Efectiva

Si no se construye una estrategia de Estado que trascienda los sexenios, México responderá cada cuatro años con improvisaciones. Además, llama la atención el silencio de muchos actores mexicanos: pocos en el Congreso, los medios o la academia han hablado a fondo de este asunto. Es fundamental que México no solo tenga la razón, sino que también sepa comunicarla con contundencia y claridad.

Preguntas y Respuestas Clave

  • ¿Por qué es relevante el Tratado de Aguas en este momento? Porque con el regreso de Trump a la Casa Blanca, las acusaciones y amenazas han resurgido, exacerbando una situación de sequía en México y Texas.
  • ¿Qué ha hecho México? Ha enviado una propuesta al gobierno de EU basada en la disponibilidad real de agua, buscando un acuerdo razonable.
  • ¿Por qué se critica a México? Se le acusa de “robar agua” a los agricultores texanos, aunque la situación es más compleja y está influenciada por factores climáticos.
  • ¿Qué se necesita para abordar este problema de manera efectiva? Un diálogo constante, una visión técnica sólida y una diplomacia firme pero sensata.