El próximo 1 de junio, se llevará a cabo la elección directa para ocupar 881 cargos entre jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte. Un total de 3,421 candidatos se han registrado.
La Complejidad y Controversia
La mecánica de la elección es intencionalmente complicada para que pocas personas la entiendan. La presidenta Sheinbaum ha intentado convencer a la ciudadanía sobre la importancia de este proceso, afirmando que elegir a los representantes del poder judicial es un paso fundamental en la consolidación de la democracia.
Argumentos en Contra
Sin embargo, esta elección ha sido criticada. Los jueces y magistrados no son cargos de representación, por lo que su elección directa no aumenta la democracia. Además, se ha destacado la ineficacia en la organización de las elecciones: dudas sobre cómo se integrarán las boletas, la complejidad para vigilar los gastos de campaña y la falta de interés de la ciudadanía.
Bajos Niveles de Participación
Muchos argumentan que votar en esta ocasión implica validar un sistema antidemocrático. Incluso, se estima que difícilmente votará el 10% del padrón electoral. Un resultado con tan baja participación cuestiona su legitimidad.
Impacto en la Economía
La incertidumbre y desconfianza generadas por este proceso afectan la inversión, el ahorro y el crecimiento económico. Es probable que México vuelva a ser objeto de burlas internacionales.
Consecuencias y Recomendaciones
La falta de comprensión y participación ciudadana plantea dudas sobre la legitimidad del proceso electoral. Se recomienda no participar en esta farsa para evitar legitimar un sistema antidemocrático.