“La verdadera paz no es simplemente la ausencia de tensión, es la presencia de justicia.” – Martin Luther King
El Desafío de Distender la Polarización
En los últimos siete años, México ha experimentado un aumento significativo de la polarización social. Esta situación, impulsada desde Palacio Nacional, se manifiesta en una creciente tensión política, odio y discordia, dañando la cordialidad existente entre los diferentes actores políticos.
El oficialismo ha adoptado una estrategia de polarización, buscando imponer su pensamiento como el único válido. Aquellos que no se alinean con sus ideas son calificados de “traidores a la patria”, y se utilizan términos despectivos hacia opositores, jueces, magistrados, ministros destituidos por reformas judiciales, y columnistas e intelectuales críticos, denominándolos “comentócratas”. Esta táctica busca deslegitimar a opositores, activistas y periodistas, acusándolos de traición, corrupción o conspiración, e intimidarlos, amenazarlos y perseguirlos utilizando el Estado.
La parcialidad demostrada por las autoridades electorales, doblegadas por el oficialismo, se materializó en un manto de opacidad para encubrir violaciones a la legalidad electoral, basándose en una supuesta falta de pruebas. Esta acción es un claro ejemplo de la provocación que alimenta la creciente polarización.
Este fenómeno no es exclusivo de un país o ideología. Se observa en democracias y regímenes autoritarios, tanto en gobiernos de izquierda como de derecha. La diferencia radica en el estilo, no en la lógica subyacente.
Caudillos autoritarios y aspirantes a dictadores, que han asumido el poder por la vía electoral, desmantelan las instituciones y los mecanismos que les permitieron alcanzar el poder, como ha ocurrido en México. Estos gobernantes populistas suelen ser proclives a la militarización.
El Camino hacia la Distensión: Diálogo, Empatía y Respeto
Un gobierno responsable y comprometido con su país debería enfocarse en distender la polarización, en lugar de provocarla. Esto implicaría suavizar conflictos, crear una atmósfera de diálogo, respeto a las minorías y a las oposiciones.
Distender el ambiente político requiere más que buenas intenciones. Se necesita un cambio radical en la estrategia de comunicación de Palacio Nacional y del oficialismo, aplicando escucha activa, empatía, inteligencia emocional y técnica. Esto implica reconocer y respetar la diversidad, las oposiciones, las minorías y los críticos, sin polarizar. Se deben mencionar diferentes posturas con respeto, sin caricaturizarlas.
También es fundamental apelar a valores compartidos como la justicia, el bienestar, la seguridad y la dignidad. Evitar lo que divide para reconstruir y reducir la confrontación.
El uso de un lenguaje emocionalmente inteligente, evitando términos agresivos o despectivos y las descalificaciones, es crucial. Se debe cuidar el tono y el ritmo, evitando gritos o sarcasmos que puedan escalar las tensiones.
Pasar del discurso a los hechos es esencial. No se puede ignorar que la democracia implica el gobierno de las mayorías, en el que se respetan a las minorías – especialmente cuando estas son formadas por millones de mexicanos que oscilan en un 40% del voto, pero que las autoridades electorales, alineadas al oficialismo, han decidido su subrepresentación en el legislativo – es decir, desconocerlas.
El país necesita un gobierno que negocie, debata, con capacidad de escuchar al otro y actúe con empatía, no de tomar la vía aparentemente fácil pero de dudosa legalidad de la imposición.
Se trata de una lucha continua, pero civilizada y regulada, en un ambiente de tolerancia a la opinión diferente y a la crítica.
Parece olvidarse que la construcción de una cultura de la paz y de la concordia sólo es posible con un contagio positivo que generalice la práctica del diálogo en todos los ámbitos de interacción social.
El diálogo y el respeto son las vías de la distensión que reconocen la verdad que da valor a la palabra.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Qué ha provocado la polarización en México? Se debe a una estrategia impulsada desde Palacio Nacional, buscando imponer un pensamiento único y deslegitimar a opositores.
- ¿Cómo se manifiesta esta polarización? A través de términos despectivos, intimidación y persecución contra opositores, jueces, periodistas y columnistas críticos.
- ¿Qué tipo de gobierno se necesita para distender la polarización? Un gobierno que priorice el diálogo, la empatía, la escucha activa y el respeto a las minorías.
- ¿Qué valores son importantes para construir una cultura de paz? Justicia, bienestar, seguridad y dignidad.
El autor es abogado y mediador profesional.
Mail: [email protected]
X: @Phmergoldd