La Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) ha detectado una preocupante pérdida de selva en las regiones de Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Se estima que más de 2,600 hectáreas han sido destruidas ilegalmente debido a la remoción de vegetación y el cambio de uso de suelo, transformando ecosistemas forestales vitales en monocultivos agroindustriales. Esta situación pone en riesgo la biodiversidad local y la salud del planeta.
El Desmonte Ilegal: Una Crisis Ambiental
Los operativos de Profepa, realizados entre el 28 de mayo y el 14 de junio, revelaron la magnitud del problema. Se identificaron siete predios que fueron clausurados por la remoción ilegal de vegetación y el cambio de uso de suelo. Estos predios, que antes eran selva nativa, ahora se han convertido en áreas dedicadas a la agricultura intensiva, principalmente para el cultivo de palma aceitera y otros productos agrícolas.
Quiénes Están Detrás de la Destrucción
La Profepa ha señalado que la mayoría de estos predios se encuentran en zonas donde se registra una expansión significativa de las actividades del grupo poblacional menonita. Esta comunidad, conocida por sus prácticas agrícolas intensivas, ha sido objeto de escrutinio debido a su impacto ambiental en estas regiones. Si bien la Profepa reconoce que las actividades de esta comunidad son una parte del problema, enfatiza que la remoción y destrucción de la selva debe ser abordada independientemente del origen de las actividades.
Operativos y Zonas Afectadas
En el estado de Yucatán, se llevó a cabo un operativo en el paraje San Diego Buenavista, Tekax, el 13 de junio. En este lugar, la Profepa documentó que la vegetación había sido reemplazada por un terreno nivelado, con el corte, derribo y eliminación de árboles adultos, jóvenes y herbáceas. En Campeche, se realizaron nueve operativos, mientras que en Quintana Roo se visitaron predios en dos municipios. En total, los operativos resultaron en la identificación de 2,608.9 hectáreas de selva afectadas.
Detalles de los Operativos
- Campeche: 702 hectáreas
- Yucatán: 606.4 hectáreas
- Quintana Roo: 1,300.5 hectáreas
Además de la vegetación eliminada, se aseguraron 108.5 metros cúbicos de madera en rollo y escuadría, tres torres agrícolas, un implemento agrícola de rastra con 36 discos, una cosechadora y tres tractores agrícolas. Estos equipos son utilizados para la mecanización de las áreas convertidas en monocultivos, acelerando el proceso de destrucción ambiental.
Operativos Específicos
- Campeche: Dos operativos en Calakmul y Hopelchén.
- Yucatán: Dos operativos en Tekax.
- Quintana Roo: Dos operativos en José María Morelos y Othón P. Blanco.
El Impacto de la Destrucción
La pérdida de estas 2,600 hectáreas de selva tiene consecuencias graves. La selva juega un papel fundamental en la regulación del clima, la conservación del agua y la protección de la biodiversidad. Su destrucción contribuye al cambio climático, a la pérdida de hábitats para numerosas especies animales y vegetales, y a la degradación del suelo. Además, la eliminación de la selva afecta el ciclo hidrológico local, pudiendo provocar sequías y alteraciones en los patrones de lluvia.
Preguntas y Respuestas Clave
- ¿Qué ha detectado Profepa? La remoción ilegal de vegetación y el cambio de uso de suelo en predios forestales, transformando selvas en monocultivos agroindustriales.
- ¿Cuántas hectáreas se han perdido? Se estima que más de 2,600 hectáreas.
- ¿Quiénes están detrás de la destrucción? Principalmente el grupo poblacional menonita, aunque Profepa enfatiza que la remoción de la selva debe ser abordada independientemente del origen de las actividades.
- ¿Qué se aseguró durante los operativos? Madera en rollo y escuadría, torres agrícolas, implementos agrícolas (rastra con discos, cosechadora y tractores).
- ¿Cuáles son las consecuencias de la destrucción? Pérdida de biodiversidad, contribución al cambio climático, degradación del suelo y alteraciones en el ciclo hidrológico.